LOS ENEMIGOS DE LAS CRAFT

Así como el Guasón es el enemigo de Batman, Darth Vader de Luke o Voldemort de Harry, las cervezas craft también tienen sus némesis. Cuando hablamos de una cerveza artesanal, hablamos de una experiencia única, del placer generado por su sabor, aromas y carbonatación perfecta. Para que esta experiencia sea lo mejor posible, debemos cuidar nuestra cerveza. No nos referimos a enfriarla antes de beberla, sino que desde que sale de la planta cervecera y en qué condiciones se almacena… y acá vienen estos malhechores!!!

Las cervezas, desde el minuto 1 en que fueron envasadas, comienzan con un proceso de degradación, el cual con el tiempo y varios otros factores a los cuales son sometidas al momento de pasar por el importador o distribuidor mayorista y luego el minorista, van desapareciendo los sabores y gustos frescos y apareciendo otros. Entre más pase el tiempo y esa botella o lata sea sometida a distintos factores, peores serán las cervezas.

Dentro de estos factores nos referimos, por ejemplo:

  • Al calor; una cerveza cualquiera sea su formato fue transportada en un camión a todo sol, o entregada en el patio de un almacén y dejada a 34 grados en verano por unas horas, o en ocasiones días. Esa cerveza comenzará a generar aromas no deseados, incluso si quedaron restos de levadura, puede comenzar a re fermentar y sobre carbonatar el producto. En el caso de las botellas incluso a explotar.
  • Exposición a la Luz es otro de los enemigos de nuestra cerveza; ya sea solar o de una góndola cualquiera de estas luces afecta al lúpulo, descomponiendo los alfa ácidos, contenido en nuestras cervezas generando oxidación, el que se puede ver reflejado en aromas como el azufre.
  • Presencia de oxígeno dentro del producto envasado; ya sea porque quedó al momento de envasar o por un mal sellado y este comenzó a ingresar a la botella que es el caso más común para este enemigo.
  • Y por último el tiempo el que se ve identificado con aromas a papel o cartón mojado el cual lamentablemente es irreversible. Ocurre siempre, sin excepciones y es donde el juego del cervecero toma considerable participación, consiguiendo sacar al mercado una cerveza en las condiciones más optimas posibles, buscando que el tiempo en el producto transcurra lo más lento posible, alargando su vida consumible lo mayor posible.

Con tanto efecto adverso, ¿qué debemos hacer nosotros para poder disfrutar una buena artesanal? Al consumidor, le recomendamos ver la fecha de envasado. Al fabricante, tener  harto ojo en los procesos y a los distribuidores, darle amor a las craft que recibimos para vender o distribuir. En el fondo, para que una craft llegue picho caluga a la mesa de nuestros Crafter, todos debemos preocuparnos de cada detalle, sin dejar nada al azar.

Dámaris Gutiérrez

Brewing Specialist