Cuando pensamos en cosas como la inmortalidad del cangrejo y otras preguntas existenciales, siempre me pregunto, ¿de qué está hecha la cerveza? Y la respuesta simple y blanda es agua, malta, lúpulo y levadura. Bajo esta premisa, si yo pongo estos 4 ingredientes en cantidades bien indicadas, bajo un proceso súper acotado, ¿voy a poder tomar una cerveza Craft como la que me sirven en el bar de turno al que asisto? La respuesta es NO y ahora te vamos a contar el por qué.
Si bien esos son los ingredientes base, así como cuando vas a pedir una pizza, la cerveza tiene más cuento por detrás. Estos 4 ingredientes base, de partida deben tener una buena calidad.
Ahora vamos a separar los ingredientes y te vamos a decir como debiese ser cada uno y lo que podría faltarle a tu cerveza Craft imaginaria…
Agua: el 96% de la cerveza se compone de agua, o sea, el sabor cambia dependiendo de la calidad de ella. No es lo mismo que el agua sea de un rio, de pozo o de la llave.
Malta: Les cuento que la malta no es un cereal propiamente tal, sino que se toman los granos y se hacen germinar con agua y después secarlos rápidamente con temperatura en un horno, eso se llama “malteado”.
Lúpulo: EL lúpulo es una planta aromática trepadora, del tipo canábica, así es, prima hermana de la mary jane. El lúpulo que se usa en la cerveza se preocupa de entregarle sabor, aroma, amargor y conservación de la cerveza.
Levadura: el trabajo de este ingrediente es transformar el azúcar extraído de la malta en alcohol y dióxido de carbono. Este proceso se llama fermentación.
Después de estos 4 ingredientes, la cosa se pone buena y creativa, porque podemos ponerle casi lo que se nos ocurra para darle un toque propio a la cerveza, hay algunas súper frutales, otras cargadas hacia sabores más picantes y otros sabores exóticos que le terminan dando un sello a cada cerveza. En el fondo, más que preparar cerveza, uno la “cocina” porque en resumidas cuentas, hay un sello culinario en cada preparación.
Si te animas, hay cursos espectaculares para entrar en este maravilloso mundo y poder hacer desde tu cerveza en casa hasta tu emprendimiento crafter. Si no, ya aprendiste lo suficiente para ser un cervecero muy educado, listo para pedir otra cerveza más y saber lo que estás tomando.
