SÁBADO DE NBA, IPAS Y MÁS…

¡Buenos días, buenas tardes comunidad craft! ¿Cómo están? Espero que todo bien.

Bueno les cuento un poquito. Resulta que un amigo me volvió a contagiar el entusiasmo por ver la NBA, y bueno siempre me gustaron los Celtics que ahora están en la semifinal, jugaron el sábado y como no podía ser de otra manera, el partido fue la mejor chiva para comprarme unas ricas cervezas craft y algunas cositas más.

Tenía ganas de IPA, así que salí de compras. ¿Y qué traje? ¡Estas joyitas!

  • Hoppy Mosh de Cerveza Klein, Temuco.
  • Y Gracias por los Lúpulos de Hasta Pronto, RM.
  • Hopyuz de Jester, RM.
  • Black IPA de El Growler, Valdivia.

Cuatro ejemplares distintos entre sí, pero con una misma alma, el lúpulo. Una icónica flor tan importante como exquisito, no hay cerveza sin ella. Y bueno, como sabrán a estas alturas, soy bueno para el diente, por lo que decidí prender fueguito, poner unos bistocos de lomo liso, cebolla y una cabeza de ajo. Pan Ciabatta (estaba se mueren lo rico), una capa mayo casera con el ajo asado, luego la cebolla asada, el lomo en tiritas, tomate y un poco de albahaca. Una fiesta que la dividí en cuatro porciones, para tener con que acompañar las cuatro copas de cerveza que tenía enfrente.

Partí con el mismo orden que les conté arriba; Hoppy Mosh que con sus 6% de alcohol y sus 38 IBUs me pareció que debía dar el vamos. El sándwich estaba bien intenso, por lo que algo con menos alcohol habría quedado corto para hacer un buen maridaje, y entre los lúpulos que aportaban aromas y sabores tropicales con la carne y la albahaca conversaron bastante bien, se potenció más el sabor de la comida en este caso.

Luego siguió el turno de Y Gracias por los Lúpulos, West Coast IPA de 6.3% de alcohol y 60 IBUs, dando un salto en la sensación de amargor más que en alcohol, pero suficiente para que haya un poco más de intensidad en el maridaje. Aquí en realidad lo que se sintió más fue la mayo con ajo, por parte de la comida, y la cerveza igual subió bastante su perfil cítrico pinoso, más que su amargor propiamente tal.

Termina la primera mitad de la comida, de la cerveza y del partido. Hasta aquí la mesa le gana por lejos a la tele, ya que Miami está destrozando a los Celtics.

Comienza el segundo tiempo, y sale a la cancha Hopyuz de Jester, una New England IPA, 6,7% de alcohol y 70 IBUs, que está a otro nivel de sedosa en boca, jugó perfecto con la grasita dorada a la parri y su lado frutoso complemento muy bien los aliños de la carne.

Finalmente, terminamos la fiesta con Black IPA de El Growler, una IPA que a través de la malta se le da el color negro, y un perfil bajo a muy bajo de chocolate y tostado, manteniendo la esencia resinosa y cítrica tan características del estilo. Que con todo lo asado que tenía el sándwich anduvo de las mil maravillas.

Boston repuntó, llegó a estar a un punto de diferencia, pero no alcanzó. Por paradójico que suene, el trago amargo lo pasé a punta de IPAs, ¡muchas gracias a todas las cervecerías craft por hacer tan ricos manjares!

Esta ha sido otra entrega del Crafter del Sur, que se despide deseándoles una muy buena semana.

 

¡Salud gente!

El Crafter del Sur

Sommelier, viajero, gozador.